Pero algunos CIOs podrían no estar de acuerdo. Nos dicen que su rol a menudo es malinterpretado, incluso por sus juntas directivas. Si tenemos un enorme potencial para aprender unos de otros, parece que aún no se ha cumplido.

Los CIO y sus contrapartes no digitales tienen una gran oportunidad para aprender unos de otros. Para compartir perspectivas. Y esto tiene importantes implicaciones para los líderes digitales. Para fomentar una organización de aprendizaje digital que respalde la "neuroplasticidad digital" del cerebro organizacional, el CIO debe dominar cuatro dominios1. Acumen técnico y estratégico, ciertamente. Construcción de organizaciones digitales, innegablemente. Pero el líder digital plenamente actualizado también debe ser capaz de fomentar una cultura digital.

Es en esta dimensión cultural donde se encuentra el aprendizaje organizacional, en la capacidad del CIO para instalar una mentalidad de crecimiento, en lugar de fija (según propuesto por Carol Dweck), para cultivar la agilidad digital, nutrir el talento y fomentar la colaboración. Y para tomar decisiones sabias.

¿Cómo podemos modelar al líder digital sabio? Definimos un conjunto claro de características. Él o ella resuelve hábilmente dilemas ESG (por ejemplo, 'salud' y 'riqueza'). Fomenta la digitalización ética, responsable y sostenible. No solo ilumina a la organización y su rendimiento, sino que también aborda las preocupaciones de la comunidad empresarial más amplia, alentando nuevas alturas de excelencia moral.

La COVID-19 ha subrayado la importancia del liderazgo digital en cuatro dimensiones. Ha catalizado el "aprendizaje forzado", llevando a las organizaciones a adoptar estrategias de gestión virtual como nunca antes. Sin embargo, los riesgos de esto están surgiendo solo ahora: la erosión de la interacción personal en vivo, los encuentros en la oficina, la danza social tan vital para el bienestar y la innovación. ¿Cómo equilibrar lo virtual con lo físico? ¿Cómo transformar los datos en información? Todavía estamos aprendiendo.

Si el liderazgo digital en cuatro dimensiones es vital, es esquivo. Estos líderes están en demanda. Quizás ninguna persona en su organización encarna todas las dimensiones. Una solución es construir equipos digitales cuidadosamente seleccionados, dando un juego multidimensional de mentes.

Para esto, los mejores estrategas de gestión del talento, de hecho, cualquier ejecutivo con responsabilidades de contratación, colocan la búsqueda digital, la evaluación y la formación en el centro de la agenda. Diseñan el puente de aprendizaje entre el dominio técnico y los demás espacios organizativos hacia los cuales fluye.

Este trabajo del Dr. Peter Verhezen, escritor invitado de Amrop, es fascinante e informativo.